Subiendo la loma
¡Que
calor!
Es una expresión generalizada en estos días. El
termómetro parece marcar grados infierno y lo primero que imaginamos es la
playa. Como buenos caribeños la playa es algo así como nuestro “happy place”
pero este clima debe ser también un motivo para explorar otras opciones,
opciones más frescas que también están cerca y dentro del más ajustado
presupuesto ¿Se olvidan de que RD lo tiene todo? 😉
Loma Quita Espuela, San Francisco de Macorís |
Imaginen lo bien que se sentiría el aire fresco, especialmente en el rostro ¿Alguna vez se han sentado a orillas de río solo para entrar los pies y escuchar el sonido del agua? No creo que haya una sesión de relajación más eficiente que esa ¡Ni hablar de las vistas! El verdor majestuoso de las montañas, la naturaleza como principal protagonista de una escena donde hasta los “desechos” son dignos de una foto. Como para probarnos una vez más que cuando dejamos que las cosas tomen su propio curso, hasta el desgaste es hermoso.
Cáscaras de Cacao, Bonao |
Esta semana la invitación es a ponerse las
botas (o los tenis) y subir alguna loma con la intención de olvidarse un poco
de la incalculable velocidad que lleva la vida y dejar que el cuerpo y la mente
respiren. Los beneficios físicos del senderismo son suficientes para incluirlo
en nuestras opciones de entretenimiento, pero las repercusiones de esta
actividad sobre nuestra salud mental y emocional son aún mayores. Si optamos
por caminar en solitario es una oportunidad de introspección sin igual, donde
encontramos la parte de nosotros que se ha perdido en el estrés del trabajo y
la presión social de un mundo que cada día se hace más exigente. Si vamos en
grupo estrechamos lazos de amistad, aprendemos que juntos somos más fuertes
animándo a los que se quedan detrás y/o aceptando el apoyo de quien nos ayuda a
continuar cuando sentimos que la fatiga nos gana.
Sendero, Loma Quita Espuela. San Francisco de Macorís |
Los más aventureros se retiran un par de días
para subir al Pico Duarte, pero no solo en el Pico hay retos para el cuerpo y
paisajes hermosos. Reserva científica Ébano Verde, Loma Quita Espuela, Pico
Diego de Ocampo, Las montañas de Bonao… hay de todo, para todos. Cuando inicias tienes la emoción de toda
nueva experiencia y la incertidumbre de si lograrás el objetivo, llega un punto
(en ocasiones sucede varias veces en un mismo trayecto) en que quisieras
renunciar o tirar tu pesada mochila por el barranco más cercano, pero cuando
consigues llegar a la cima te das cuenta cuán pequeño eres tú y tus problemas.
Te invade un sentimiento que funciona como anestesia contra la fatiga y hace
que valga la pena la experiencia.
Pico Diego de Ocampo, Santiago de los Caballeros |
El olor a pino mientras caminaba, el momento en que la respiración ya no alcanza y alguien del grupo te acompaña hasta que puedes continuar, las grandiosas vistas que hacen que te olvides de los hiking sticks porque quisieras tomar fotos de todo el paisaje, el descubrimiento de frutos y plantas que no conocías, la gente grandiosa que llegas a conocer… Cada recorrido tiene algo especial que siempre recordarás, algo que te hará volver y con esos momentos especiales crearás un álbum en tu memoria que funciona como vitamina para el alma cuando más lo necesitas.
Bonao |
Ya sea para caminar por rutas previamente
establecidas o con ánimos de descubrir tus propios senderos ¡Camina! La
vulnerabilidad de las áreas verdes de nuestro país no es secreto y solo
podremos proteger nuestros bosques en la medida en que haya disposición de
conocerlos para que realmente nos podamos enamorar del todo que representan.
¡Hasta la próxima!
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